01 abril 2020

Las variantes de Fraga, parte II

Enlace a PARTE I

Nos retrotraemos en esta segunda parte a tiempos más modernos.

Fuente: Google Maps.

Corren los años 50, España va saliendo con esfuerzo de las dificultades económicas de la guerra y eso se ve traducido también en la mejora de las carreteras. Aumenta el tráfico y la antigua carretera radial se va quedando obsoleta en términos de seguridad y capacidad, por lo que a mediados de la década ya está en marcha la construcción de la variante destinada a sustituir al retorcido trazado original. En la siguiente fotografía, perteneciente a los vuelos del Instituto Geográfico Nacional realizados en 1956 y 1957, vemos como para entonces ya está bastante avanzada, con las explanaciones realizadas y quizá solamente a falta de afirmado. La solución elegida consiste en un trazado mucho más recto que el original pero con un par de curvas enlazadas que suavizan la pendiente en la parte final, alargándolo en beneficio de una menor inclinación.

Fuente: Instituto Geográfico Nacional.

Para recorrer este tramo, volvemos al punto de origen de la parte I, justo donde encontrábamos la maraña de carreteras compuesta por el inicio de los tres trazados diferentes del lado oeste, y que coincide con la coronación del actual puerto de Fraga. Estamos en el enlace entre la N-2 actual y la N-II de los años 50, pero antes de adentrarnos por el que fue su nuevo y flamante trazado, hagamos algo de senderismo por el camino que parte hacia la izquierda.


La idea es observar la actual N-2 desde lo alto, y comprobar cómo pese a ser una carretera nueva y sin curvas de relevancia, el trazado mantiene su peligrosidad. Al menos ya no desemboca en en el casco urbano sino en la autovía A-2, que nace en las inmediaciones de Fraga y en adelante continúa en sentido Barcelona como alternativa a la carretera nacional. En la siguiente toma aérea podemos ubicar el trazado actual, con sus camiones subiendo la cuesta, en el centro de la fotografía y con los cajetines de N-II (actual N-2) asignados por los mapas de Google. Algo más abajo el sendero por el que nos hemos internado y al sur el tramo de carretera abandonada que vamos a conocer hoy.

Fuente: Google Maps.

Tras caminar unos minutos, observamos desde una buena perspectiva la carretera nacional actual, que al igual que sus antecesoras, también sufre la presencia de pendientes de gran porcentaje. En la página de Facebook hay disponible un vídeo en el que se puede ver de forma sumamente gráfica la renqueante subida del transporte pesado.





Atención a la trinchera excavada para la construcción de la carretera y a la ingente cantidad de metros cúbicos de tierra retirada. 


Media vuelta y arrancamos el coche, vamos a recorrer ya la N-II tipo Redia. Su construcción se realizó en el marco del Plan de Modernización de 1950, así que para cuando llegó el Plan Redia en 1967, la mayor parte del trabajo ya estaba hecha. Seguramente se adecuó a sus directrices, tales como la anchura de la carretera estandarizada a 12 metros o la presencia de un carril para vehículos lentos, imprescindible en este lugar. Comenzamos el descenso.



La comparación con la vieja radial que conocimos en la parte I es insostenible.





Al igual que en la actual N-2, los desmontes realizados para encajar la carretera también fueron de envergadura.


La falta de mantenimiento y la degradación a camino de servicio se deja notar en el asfalto, cada vez más agrietado e indigno de la importancia que en su momento tuvo esta vía.



¿Os suena ese cerro?


Aunque la mejora de las características geométricas de la nueva carretera es evidente, la señalización de advertencia por la pendiente sigue siendo necesaria.


Nos adentramos ya en la primera de las curvas enlazadas.



Ojo a la inclinación de la vía en comparación con la escorrentías verticales talladas en la ladera...


La N-2 y sus camiones vista desde la N-II abandonada...



Como buen lugar abandonado, en este también alguien ha encontrado utilidad como vertedero. Qué más da que sean residuos peligrosos como el amianto.


La vista al frente es más agradable, estamos metidos casi de lleno en el valle del Cinca.


Recta de enlace y tras esos pinos la curva a derechas.


Vista hacia atrás...


...y tomamos el segundo de los giros.


Reductores de velocidad practicados sobre el propio firme para advertir del peligro al conductor.




Ambas curvas eran de radio perfecto, pero al fusionarse la carretera actual sobre la vieja N-II, la segunda curva ha quedado cortada y parcialmente enterrada bajo la N-2. Para dar continuidad a este tramo se optó por acentuar el giro y realizar la incorporación en un punto de mayor visibilidad.

Fuente: Google Maps.




Al final de esta recta nos incorporamos a la N-2/A-2. 


Nosotros no lo haremos, damos medía vuelta y ascendemos hasta el punto de partida, bajando a Fraga por la N-2 hay un pequeño área de descanso que merece la pena ver...



El leguario es de pega, pero este no, este hito Peña canta a original. Aparentemente, en algún momento de su vida útil se tapó el punto kilométrico cincelado originalmente y se le pintó otro, proceso que parece haberse revertido en la restauración realizada para su colocación en este lugar.


El área de descanso está en el punto donde se unen N-II y N-2, desde su mirador se ve la segunda curva enlazada.


Montamos de nuevo en el coche y entramos en Fraga. El punto kilométrico 433 nos recibe a nuestra llegada a la capital del Baix Cinca.



A la izquierda de la carretera encontramos esta vieja casilla de peones camineros...


...con reloj solar incluído.


Conozcamos de cerca la evolución histórica del casco urbano de Fraga y el paso de la carretera de Barcelona. Estamos en algún momento entre 1945 y 1946, y vemos lo siguiente en la toma aérea: Todo indica que ya se está trabajando en mejorar la travesía, algo que apreciamos en el tímido inicio de las obras para la supresión de las curvas que vemos a la derecha. Por otra parte, el puente sobre el Cinca, de reciente construcción a esas fechas, convive en paralelo con los restos de otro anterior, como podemos deducir de la sucesión de pilas aguas arriba. ¿Quizá algún puente volado en la Guerra Civil? Lástima que no dispongamos de fotografías aéreas anteriores...

Fuente: Instituto Geográfico Nacional.

Fuente: Instituto Geográfico Nacional.

Pilas que permanecen a día de hoy y que he descubierto en el momento de documentarme para la realización de este reportaje.

Fuente: Google Maps.

En la siguiente fotografía estamos a mediados de los 50, recordad, cuando está en plena construcción la carretera de nuevo trazado que acabamos de recorrer. En el acceso este podemos ver como las obras también han sustituído un par de curvas de la anterior, curvas que visitaremos en la siguiente entrega. También apreciamos como la "nueva Fraga", en el margen izquierdo, va ganando presencia.

Fuente: Instituto Geográfico Nacional.

En la actualidad, la vieja y la nueva ya rivalizan en tamaño. Las nuevas calles, trazadas con tiralíneas, se asemejan a las de muchos pueblos de Colonización levantados entre los 40 y los 70.

Fuente: Instituto Geográfico Nacional.

Veamos ahora el puente a vista de tierra. Lástima que la abundante vegetación del río oculte buena parte de la infraestructura.




Estamos ahora sobre el puente. El edificio de color rojizo al fondo, el antiguo Hotel Sorolla, que tan conocido fue hace años por su involuntaria implicación en uno de los mayores desastres motivados por la entrada accidentalmente desenfrenada de algunos vehículos pesados en el casco urbano.


La vieja Fraga se adormece bajo el sol de mediodía. Es hora de comer y descansar.


 Continuará...

2 comentarios:

  1. Un trabajo hecho a conciencia y detallado, es una zona que siempre me llamó mucho la atención porque desde 1973 vivo en tarragona e íbamos con frecuencia a san Sebastián y a León y a Asturias y he vivido desde entonces estos cambios. La casa de peón caminero de Fraga está en muy malas condiciones.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Emilio por tu respuesta y tu comentario favorable. No lo hbaía visto aún. Es una pena lo de esa casilla, lástima que al estar en un tramo que ya no sirve más que como acceso a fincas privadas y poco más no despierta ningún interés, aunque así al menos se mantiene sin derribar. Un cordial saludo.

      Eliminar